Una mujer y un hombre que se unen sexualmente tienen la posibilidad más elevada de experimentar la plenitud del ser en el sentido más absoluto y completo. Sin embargo, no es eso lo que muchas veces sucede.
Prejuicios de índole diversa que se arrastran desde hace siglos: frigidez, anorgasmia, impotencia y el tan mentado aburrimiento sexual son, lamentablemente, dificultades conocidas por buena parte de las parejas de hoy en día. El Tantra, disciplina oriental originada hace milenios, que celebra el placer y el éxtasis, constituye una vía de superación a esos problemas.
Las enseñanzas del tantrismo permiten activar la magia erótica presente, pero dormida, en toda persona.