Kalashnikov

Todos los días me siento vacío, sin planes ni aspiraciones, preguntándome si tiene algún sentido lo que estoy haciendo.

El espejo me devuelve una figura que había tratado de enterrar hace tiempo. La mirada es distinta. Hay miedo, hay ansiedad pero también hay esperanza. Mis ojos frágiles, iguales a los del niño a quien, hace once años, obligaron a convertirse en lo que soy.

Quiero tener otra vida, porque en ésta, ya me rendí.

No, es el propio hombre el que es un animal y usa la religión como un pretexto, nada más. Si nos deshiciéramos de ese “opio”, encontraríamos uno nuevo. La religión es un arma de doble filo; hay que asegurarse de usar el correcto.

la religión consume la poca capacidad racional que tenemos, nos hace animales

Irak fue nuestra pérdida, pero además todos tuvimos otra personal que nos recordaba siempre el dolor que estas guerras habían causado. Y quiero pensar que la vida no se olvidó de dejarnos también algo por recuperar.

Sí, Ahmad… hay cosas que te quitan años de vida mucho más rápido que el tiempo

Allah sí se había encargado de matarme, de dejarme muerto en ese desierto de sombras. Al dejarme con vida, me había matado también.

Entonces todo lo que me había pasado se lo debía a los errores y decisiones que tomaron otras personas, y yo era sólo un peón sin voz al que usaban para remediar lo que otros habían causado.

No merecer la muerte era el peor de los castigos.