Versos breves pero directos que parten de la nostalgia que deja un amor que ya pasó. Es Daniela la que inspira a este joven poeta a escribir; pese a que ella no está, es el recuerdo de lo vivido, aquello que no se puede arrebatar, y los versos que tras esto surgen los que en su conjunto forman Pertenencias. La ronda de Daniela.
Me sentía como un árbol en invierno
mis ojos anclados eran el mar
y mi corazón estaba igualmente atormentado.
Tú; eras mi deseo
como esa bola de malabarismos
rolando por mi cuerpo.