Este es un libro de obligada lectura para quienes quieran entender el carácter sexual de los cubanos. Guillermo Cabrera Infante dibuja perfectamente la vida habanera antes del comunismo y sorprende con lo que parecen confesiones autobiográficas sobre sus gustos sexuales y sus propias experiencias. A través de la palabra nos lleva en un recorrido turístico por los múltiples cines de la capital de Cuba y uno puede incluso olerlos al calor de las emociones descritas por el autor, que vivió su juventud de cine en cine buscando sexo y de posada en posada, consumando el acto. Leer a Cabrera Infante siempre es un gustazo y más cuando en este caso aparta la política casi por completo para aferrarse a sus dos grandes pasiones: el cine y las mujeres.