Casi veinticinco años después de que Murom, Mozala y sus aliados Mohades fueran derrotados, la paz reinaba en las tierras del oeste. El resentimiento que la población albergaba contra los dragones y que los obligó a abandonar esas tierras desapareció. Fueron tiempos de gran prosperidad, pero la paz se vio truncada por un extraño, venido desde lo profundo del desierto de Fuego. Este les pidió auxilio para su pueblo, y les previno contra la amenaza que se estaba forjando en el este. Las dispersas tribus nómadas del antiguo enemigo se estaban uniendo bajo un único mando, y en su ansia de poder y de venganza fijaron sus ojos sobre todos ellos.
El príncipe Lucian y su esposa emprendieron un peligroso viaje para socorrer a un pueblo al borde del exterminio, mientras la antigua alianza, con el rey Doramas al frente, deberá prepararse una vez más para defender su libertad y derecho a vivir.
La guerra no ha hecho más que empezar.