La poesía, hermana pobre de la Literatura es sin embargo la reina de la elegancia en el Lenguaje. Viste las palabras con tanta belleza que cobra en ella la lengua el mayor esplendor.
Bendigo este sol de otoño
que me mantiene con vida;
generoso con mis huesos
en mi alma llama encendida.
No está mi tierra rendida
aunque duerma la cosecha;
son más fuertes las encinas
las de más edad, las viejas.