Cómo no iban a inventar la perspectiva los pintores del Renacimiento, y las demás herramientas formales que les han dado tanto lustre ante la Historia del Arte. Cómo no iban a poder si pudieron concentrarse en la forma, todo su bagaje intelectual pudo apuntar ahí, sin distraerse en la busca del contenido, porque eso se los daba la Iglesia.