El espacio rural ha sufrido grandes transformaciones en el curso de las últimas décadas, como la disminución de la participación del empleo y el valor agregado agropecuario en el total de la actividad económica, una mayor interdependencia del sector agropecuario con otros sectores como la manufactura y los servicios, y una creciente importancia de los procesos de aprendizaje e innovación. No obstante estas transformaciones, el espacio rural sigue teniendo un gran peso en la estructura económica de la región.