Libros
Yasmina Reza

En El Trineo De Schopenhauer

Ariel Chipman, un profesor de filosofía que ha consagrado su vida a proclamar el imperativo del goce de vivir, se sume en una depresión. Nadine Chipman, su esposa, comienza a estar harta de su marido y se pregunta por qué no serle infiel. Serge Othon Weil, el amigo íntimo de la pareja, afirma haber comprendido que preguntarse por la vida en su totalidad no tiene sentido y rechaza todo atisbo de trascendencia. Y la psiquiatra de Ariel despotrica contra el sentimentalismo. Pero lo que todos ellos han experimentado es ese instante en que nuestra existencia parece vaciarse irremisiblemente de sentido. Y entonces, una avalancha de preguntas nos muestra que el mundo no es tal como lo hemos conocido. Es el momento ínfimo en que nos sabemos seres abocados a la muerte…
38 páginas impresas
Publicación original
2008
Año de publicación
2008
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Citas

  • Josué Osbournecompartió una citahace 6 meses
    los fabricantes dirigen nuestras vidas y nos desesperan, ya que nos desesperan las cosas previsibles, saben, y mientras pensaba en los fabricantes que nos desesperan pensé me va a alcanzar, esa gente llega al mismo sitio que nosotros, nos alcanza, todo el mundo nos alcanza, no existe ir por delante, saben, nadie va por delante, ni jóvenes, ni viejos, ni nadie, llegamos al mismo sitio, al fin y al cabo, delante de los zapatos de invierno, los zapatos oscuros, las botas, las hileras oscuras, viéndola acercarse oscilando al escaparate pensé un día se divirtió en la acera, dibujó una rayuela, empujó el tejo a la pata coja, saltó las casillas, saltó las casillas con su falda abullonada
  • Josué Osbournecompartió una citahace 6 meses
    los fabricantes dirigen nuestras vidas y nos desesperan, ya que nos desesperan las cosas previsibles, saben, y mientras pensaba en los fabricantes que nos desesperan pensé me va a alcanzar, esa gente llega al mismo sitio que nosotros, nos alcanza, todo el mundo nos alcanza, no existe ir por delante, saben, nadie va por delante, ni jóvenes, ni viejos, ni nadie, llegamos al mismo sitio, al fin y al cabo, delante de los zapatos de invierno, los zapatos oscuros, las botas, las hileras oscuras, viéndola acercarse oscilando al escaparate pensé un día se divirtió en la acera, dibujó una rayuela, empujó el tejo a la pata coja, saltó las casillas, saltó las casillas con su falda abullonada
  • Josué Osbournecompartió una citahace 6 meses
    toda la vida nos atrapan los rostros, nos lanzamos a ellos, de cabeza, se puede decir con qué esperanza, no hay lugar más infranqueable, lo que imaginamos próximo no está próximo, y además siempre he odiado la palabra «prójimo», esa palabra espantosa, no la utilizo nunca, una palabra de una benevolencia vomitiva, que rechazo, en cuanto la palabra «prójimo» aparece en una frase, la frase es una porquería, no tenemos ningún prójimo, esa mujer no es mi prójimo, ni de cara ni de espaldas, aunque de cara nos pueda sorprender cierta sensación de parentesco, que responde sólo al cardado del cabello y a una determinada combinación de la nariz y la boca, o sea a nada, aunque de cara, quiero decir una cara aparecida fugazmente, nos demos la vuelta y nos encontremos ya en otro lugar, es una vuelta menor, que no implica al cuerpo, aunque, como decía, de cara, y cuando ya estamos lejos, haya que luchar contra una flexión del alma, sobrevenida a pesar de uno, una añoranza violenta cuyo objeto aparece borroso, añoranza de qué, me gustaría saber,

En las estanterías

  • Editorial Anagrama
    Anagrama
    • 1.6K
    • 1.4K
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)