El cerezo silvestre más popular era el cerezo de montaña japonés, llamado Yama-zakura. Muy presente en el centro, oeste y sur del país, donde el clima es suave, echaba una flor de cinco pétalos y de color blanco rosado y era el más famoso de Japón. Era la especie a la que solían aludir los escritores, poetas y dramaturgos japoneses hasta finales del siglo XIX, cuando otra variedad, la cultivada Somei-yoshino, pasó a ser la sakura dominante.