Es así como recurre a sus íntimos amigos, Claudia y Pedro, un matrimonio de vida intensa y compleja. En la narración de sus avatares tropieza con diferencias de clases, disputas de elevado tono, una relación con idas y venidas donde Marina encuentra la trama que llevaba tiempo buscando.
Ángel Morancho expone ante los ojos de Marina las diferentes caras del amor con su fuerza y efecto imparable sobre una pareja de enamorados.