Acudíamos a la llamada de la naturaleza y espiábamos a las parejas en el picadero de la colina Wislow. A veces, incluso intentábamos ver alguna de las películas de los jóvenes directores independientes, pero creo que nunca terminamos de ver una. Íbamos a la piscina a observar a las pocas chicas que pasaban el verano en el pueblo, les tomábamos fotografías