Elena de Céspedes era una mujer negra, nacida esclava en Alhama de Granada a mediados del siglo XVI. Se casó muy joven y hasta tuvo un hijo. Después de unas cuantas penurias y tropiezos por esos mundos acabó en la cárcel. Cambiando el aspecto por el de un hombre, combatió en la guerra de las Alpujarras y acabó en Madrid siendo cirujano, oficio que aprendió primero y que más tarde «oficializó», convirtiéndose en la que podríamos considerar primera mujer cirujano titulada de la historia de la medicina española. Se volvió a casar, en este caso en forma de hombre, con una mujer. Y finalmente acabó siendo procesada por la Inquisición que la castigó sin mucha severidad.Obligada a trabajar en hospitales como penitencia por su culpa, estos se llenaron, según parece, de pacientes que querían ser tratados por ella. Y, como decía, todo esto deviene de su hermafroditismo, probado por los exámenes contradictorios de los métodos de la época. Todo el proceso inquisitorial, cerca de 700 páginas, se conserva, por lo que se conoce con cierto detalle su vida..
