Con una prosa amena, que invita a la lectura, Vilma Villaverde resume vida y obra de veinticinco ceramistas de notoria influencia en nuestro suelo en el pasado siglo. En cálidas entrevistas, va rescatando cada ser humano, sus luchas, sus congojas, y el espíritu que vuelca en sus obras sin desmerecer el esfuerzo agotador del aprendizaje, la ardua experimentación y el imprescindible conocimiento teórico; se apoya en la recreación continua que extiende los límites de la acotada ciencia hasta el infinito de las artes en connubio con la totalidad.