los únicos cuadrúpedos invertidos del mundo. Han evolucionado para engancharse y colgarse de los árboles como la encarnación animal de una hamaca peluda. Debido a ello, casi han prescindido de la necesidad de músculos extensores capaces de soportar peso, como nuestros tríceps, que contraen y estiran las extremidades. En lugar de ello, se las arreglan casi exclusivamente con los músculos retractores, como nuestros bíceps, con los que se sujetan a las ramas. Esta inusual estructura corporal requiere aproximadamente la mitad de la masa muscular necesaria para sustentar una existencia erguida, e implica que los perezosos pueden permanecer colgados durante largos periodos sin consumir apenas energía