Pero todavía tienes algo muy importante que hacer por ellos. Despídete sin prisa, enséñales a despedirse. Aunque nadie nos lo dice, eso también se enseña. Mi abuela nos lo enseñó a todos. Mandó a traer al sacerdote y mandó a traer los dulces que le gustaban al sacerdote para recibirlo. Nos regaló algo a cada uno. Nos dijo algo especial a cada uno. Fue una conferencia magistral la forma en que lo hizo. Tú me has dicho lo importante que es para ti dejarles un patrimonio. Pues así como se les educa a los niños a saludar y a despedirse, enséñales. A los hijos no se les puede dejar a medio curso de la vida porque luego ellos cómo van a saber...