Leonardo, el abad de un importante monasterio de Cataluña, es acusado injustamente por varios hermanos de su propia comunidad de haber inducido al suicidio a su antecesor. Es arrestado por la Santa Inquisición, juzgado y condenado aunque logra escapar huyendo a Manresa. La mala suerte le perseguirá cuando tiempo más tarde, el dominico que lo había condenado, se cruza de nuevo en su camino viéndose obligado a huir nuevamente. Una hermandad secreta que está en contra de la iglesia, se pone en contacto con Leonardo pues saben que ha tenido unas visiones donde Dios le ha relatado las quejas que tiene de la humanidad que creó.
