Desde los relatos de martirios hasta las austeras vidas de los santos, Antonio Rubial descubre la manera en que las hagiografías, los discursos sobre la santidad y sus representaciones pictóricas evolucionaron con el tiempo, volviéndose cada vez más espectaculares en su búsqueda por impactar al público devoto. Rubial expone cómo el poder y la política entrelazaron sus tentáculos valiéndose de la creación de historias portentosas para sostener alianzas entre el Estado y la Iglesia que les permitieran mantener el control de las conciencias.
Haciendo uso de agudas reflexiones al final de los apartados, el autor invita a reconocer la forma en que gracias a esta retórica los valores de la moral cristiana –el sufrimiento, la obediencia y la humildad— se vincularon con la sujeción patriarcal, relegaron a la figura femenina a los lugares tradicionales de madre o esposa y justificaron el ejercicio de la violencia sobre los fieles como herramienta válida e, incluso, necesaria.
A medida que exploramos las complejidades de las narrativas religiosas y su influencia en la sociedad, podemos ver reflejados muchos de los dilemas y desafíos que enfrentamos en la actualidad. El sexo de los ángeles y de los santos no sólo arroja luz sobre el pasado, también ofrece una perspectiva relevante para comprender nuestro presente.
Quitemos todo el oropel de entretenidas y morbosas narraciones y nos quedarán los valores centrales que han construido nuestra civilización y que siguen siendo parte de nuestra psique individual y social. Muchos hombres y mujeres en Europa y América continúan sufriendo y victimizándose como los mártires y los ascetas, amando como las monjas hasta la vida eterna y creyendo en el modelo patriarcal de la sagrada familia con los roles tradicionales.
—Antonio Rubial