Sé amable contigo mismo (Spanish Edition)

No tenemos que ser perfectos para sentirnos bien con nosotros mismos, y nuestra vida no tiene que ser de una determinada manera para ser felices. Todos tenemos la capacidad de resistir, crecer y ser felices. Es suficiente relacionarnos con nuestra experiencia con compasión y aprecio.

La religión hace hincapié en el valor de la gratitud en la vida diaria (la manifestación típica consiste en dar gracias a través de la oración).

La autoestima tiende a basarse en la separación y la comparación, en ser mejor que los demás y, por tanto, especial. El aprecio por uno mismo, por el contrario, se basa en la conexión, en ver las similitudes que compartimos con los demás, en reconocer que todos tenemos nuestros puntos fuertes

El aprecio hacia uno mismo también requiere mindfulness. Del mismo modo que necesitamos percibir las buenas cualidades de los demás para apreciarlas, tenemos que reconocer conscientemente nuestros rasgos positivos

Pero los tres elementos básicos de la autocompasión (bondad, humanidad compartida y mindfulness

Cuando el dolor y el placer se combinan, cuando acogemos ambos con el corazón abierto, empezamos a sentirnos verdaderamente completos

El objetivo evolutivo de las emociones negativas consiste en provocar acciones que nos ayuden a sobrevivir. La respuesta se produce en forma de necesidades urgentes conocidas como «tendencias de acción e

La ira, por ejemplo, crea la necesidad urgente de atacar; el miedo, de huir; la vergüenza, de esconderse, etcétera

los niños están «diseñados» psicológicamente para establecer vínculos estrechos son sus padres, que son la base segura desde la cual salen a explorar el mundo

Por qué la autocompasión es un motivador más eficaz que la autocrítica?

Porque su motor es el amor, no el miedo. El amor nos permite sentirnos seguros y confiados (en parte, porque favorece la producción de oxitocina), mientras que el miedo nos hace sentir inseguros y nerviosos (haciendo que la amígdala cerebral trabaje demasiado e inunde nuestros sistemas con cortisol).

Los buenos sentimientos de la compasión hacia uno mismo no desaparecen cuando metemos la pata o las cosas van mal. De hecho, la autocompasión interviene precisamente cuando la autoestima nos falla, cada vez que

fracasamos o que nos sentimos inadaptados.