“SI LOS LEONES TUVIERAN HISTORIADORES”, dice un proverbio africano, «las historias de la cacería no dirían la gloria de los cazadores”. Los pueblos chichimecas tampoco tuvieron historiadores, y lo que se sabe de ellos es lo reportado por sus enemigos, ya sean los mexicas o el conquistador español. Ambos aseguran, en la mayoría de los casos, que aquellos pueblos, que ocupaban la mitad norte de México y casi todo el sureste de los actuales Estados Unidos de América, eran sumamente salvajes, sin la menor moral ni forma alguna de espiritualidad, sin leyes de cualquier tipo: por fin, que no eran verdaderos humanos, sino “perros sucios e inciviles”