Libros
Gustau Nerín

Colonialismo e imperialismo

El relato de uno de los episodios más oscuros de la historia de las potencias occidentales, cuyos ecos resuenan hoy en día con la reivindicación de disculpas y la revisión del pasado.

El relato de uno de los episodios más oscuros de la historia de las potencias occidentales, cuyos ecos resuenan hoy en día con la reivindicación de disculpas y la revisión del pasado. Este libro analiza qué representó el colonialismo para las poblaciones de las diferentes partes del mundo, teniendo en cuenta tanto las experiencias de las sociedades colonizadoras como las de las colonizadas. Repasa las actuaciones coloniales de las potencias occidentales en Asia, África y Oceanía, a lo largo de los siglos XIX y XX. Analiza sus causas y sus consecuencias y los elementos diferenciales de cada proceso colonial. Y dedica especial atención al colonialismo español en sus últimos compases, en su expansión africana. Finalmente, trata de analizar cómo en los últimos años ha ido cambiando la visión del colonialismo, en las diferentes potencias coloniales y en los países colonizados, entrando en un debate que está en plena ebullición.
203 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2022
Año de publicación
2022
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Opiniones

  • Sergio Castrocompartió su opiniónhace 5 meses
    👍Me gustó
    💡He aprendido mucho

    Gran viraje histórico por las ideas y discursos que provocaron el expansionismo colonizador de las potencias entre los siglos XV y XIX, sobre Asia, América, África y Oceanía.

Citas

  • Sergio Castrocompartió una citahace 5 meses
    Los colonizadores europeos estaban convencidos de su superioridad. Pensaban que la conquista de otros continentes no solo era una consecuencia lógica de su supremacía militar, sino que además estaba asociada a una preeminencia cultural, moral e incluso, para algunos, biológica. Por lo tanto, para ellos, obligar a los pueblos colonizados a abandonar su cultura, a «modernizarse», se consideraba algo positivo. Y por eso, en mayor o menor medida, fueron obligados a «aculturarse», esto es, a modificar su forma de vida para adaptarse a las exigencias de los colonizadores.
  • Sergio Castrocompartió una citahace 6 meses
    Haile Selassie

    Ras Tafari Makonnen nació en 1892; era miembro de la familia real abisinia, que se consideraba descendiente directa del rey Salomón y de la reina de Saba. En 1916, durante el reinado de la emperatriz Zauditu, su tía, asumió el cargo de regente. Y en 1930 fue coronado Negus Nagast («Rey de Reyes»), con el nombre de Haile Selassie. Su fastuosa coronación, cubierta por numerosos corresponsales y reporteros gráficos, lo hizo mundialmente famoso.

    Selassie intentó que el país modernizara su economía sin alterar sustancialmente su estructura social. En realidad, él era un monarca absoluto que ni siquiera firmaba las leyes; lo hacía en su nombre el «ministro de la Pluma». Cuando los italianos conquistaron Etiopía, Haile Selassie se negó a capitular y se exilió en Inglaterra. Durante la Segunda Guerra Mundial volvió a África con apoyo inglés para enfrentarse a las tropas italianas. Logró derrotar a los colonizadores y se convirtió en un mito para africanos y afroamericanos: el negro que había conseguido vencer a los blancos. Pero en 1974 fue depuesto por una revuelta popular antiabsolutista. El Rey de Reyes, el «Elegido de Dios», sería encarcelado y asesinado por los militares marxistas que lo derrocaron.
  • Diego Ormazábalcompartió una citahace 2 años
    En el fondo, esta doctrina refleja un claro supremacismo: España y los españoles no solo son considerados superiores a los pueblos de otros continentes, a los que «ayudan» imponiendo su cultura y su forma de vida, sino que también se los considera superiores a otros pueblos occidentales porque actúan con criterios morales superiores a ellos.

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