El cáncer de la piel es la transformación neoplásica maligna de las células y los tejidos cutáneos y anexiales: epidermis, dermis, tejido celular subcutáneo, glándulas sudoríparas ecrinas, apocrinas, glándulas sebáceas, folículo piloso, nervios y unidad ungueal. Otros tejidos y células dan origen a neoplasias: vasos sanguíneos, fibras elásticas, fibras colágenas, fibroblastos, mastocitos, linfocitos T y B, células de Merkel, entre otros. El cáncer cutáneo ocupa uno de los primeros lugares en frecuencia. Se clasifica en primario, secundario y metastásico.
El cáncer primario se origina de novo en las estructuras antes descritas, el secundario es aquel que recidiva o recurre después de un tratamiento y el cáncer metastásico se define como la invasión de la piel y los anexos por neoplasias de origen extracutáneo, en ausencia de continuidad.
