La Tabla de Esmeralda, obra atribuida al mítico Hermes Trismegisto, el tres veces grande, es un texto escrito por mano maestra donde en una impresionante síntesis expone los secretos de la sustancia primordial divina y las posibilidades de transmutación de esta. En una escritura críptica, enigmática, se encuentra el resumen más conciso y preciado para quienes desean acceder a los conocimientos alquímicos. Estas enseñanzas, antiguamente, estaban reservadas a unos pocos eruditos y por ende se las consideró secretas por mucho tiempo. A principios del siglo XX un pequeño grupo de estudiosos de estas doctrinas esotéricas se propusieron darlas a conocer al mundo entero y para ello crearon una obra basada en los conocimientos que se desprenden de esta obra dando forma a El Kybalión. Los autores prefirieron guardar el anonimato y para ello utilizaron el seudónimo de “Tres Iniciados”.
La sustancia primordial divina aludida en el libro hace referencia al elemento fundamental que compone a los diferentes planos de existencia: el físico, el astral y el mental. Y es precisamente este último, el Plano Mental, en donde podemos los humanos desarrollar toda nuestra potencialidad de transmutación. Esta autotransformación se logra comprendiendo las bases de la Alquimia Mental desarrollada en los axiomas (Las siete Leyes Universales) descritos en El Kybalión.
El objetivo de estas enseñanzas es el grado supremo de perfección humana a través de la Alquimia Mental.
Se parte de la premisa de que el ser humano es parte inseparable del Universo y el Universo es parte de él, esta unicidad les permite a mujeres y hombres de la tierra integrarse con la divinidad que los ha creado.