bookmate game
Charles Simic

El monstruo ama su laberinto

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • martecompartió una citahace 3 años
    «El pez» de Elizabeth Bishop.
  • martecompartió una citahace 3 años
    El poeta popular sabe que lo más inteligente es establecer de inmediato la conexión entre lo personal y lo cósmico.
  • martecompartió una citahace 3 años
    El espacio, por otro lado, existe en virtud de la atención que dedicamos a cada palabra. Cuanto más intensa nuestra atención, más espacio, y hay mucho espacio en las palabras.
  • martecompartió una citahace 3 años
    Si todo lo trato al mismo tiempo como un chiste y como un asunto serio, es porque honro el eterno conflicto entre vida y arte, lo absoluto y lo relativo, el cerebro y el estómago, etcétera. Ninguna filosofía puede hacernos olvidar un dolor de muelas…, algo así.
  • martecompartió una citahace 3 años
    Entre la verdad de lo oído y la verdad de lo visto, prefiero la silenciosa verdad de lo visto.
  • martecompartió una citahace 3 años
    Hay un boletín del tiempo en casi todos los poemas populares. El sol brilla; nevaba; soplaba el viento… El poeta popular sabe que lo más inteligente es establecer de inmediato la conexión entre lo personal y lo cósmico.
  • martecompartió una citahace 3 años
    El azar como una herramienta con la que romper nuestras asociaciones cotidianas. Una vez rotas, emplear uno cualquiera de los fragmentos para saltar a lo desconocido.
  • martecompartió una citahace 3 años
    Admiro la observación de Claude Lévi-Strauss de que todo arte es en esencia reducción y el dicho de Gertrude Stein de que la poesía es vocabulario.
  • martecompartió una citahace 3 años
    El loco de la cabeza rapada y la mirada intensa que se parecía al poeta ruso Maiakovski. Recorrió la avenida gritando a todo pulmón.

    Estoy dispuesto a mudarme a una roca en el mar.
  • martecompartió una citahace 3 años
    La pareja del cuarto de al lado no dejó de reírse en toda la noche. «¿Qué puede ser tan gracioso?», quería gritarles a través de la pared, pero tuve miedo de que se callaran y me dejaran a solas con mis pensamientos.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)