Héroes del Espacio nº 65La nave no era más que una anémica libélula de acero en la noche infinita y callada. Una especie de bacteria insignificante en aquel desierto oscuro y abismal, y, sin embargo, Fedra era uno de los ingenios más impresionantes creados por el hombre para aquellos vuelos cuya predicción temporal resultaba imposible.