Pese a llevar años encerrado en una clínica psiquiátrica, Daniel, acusado tiempo atrás de un crimen terrible, es ahora sospechoso de otro, y necesita la ayuda de un amigo, experto en patologías del lenguaje, para demostrar su inocencia.
En su superficie, El anticuario es un misterio gótico y una novela de enigma “deliciosamente macabra” (The New York Times). Más adentro, es una profunda interrogación sobre la locura y el poder de la palabra. Una historia de homicidios seriales, mensajes cifrados y coleccionistas de antigüedades, en la que se reflexiona sobre los límites entre lo público y lo privado en un país de postguerra.
«El anticuario es tantas cosas a la vez —una pesquisa policial, una pesadilla medieval injertada en una ciudad contemporánea del tercer mundo, un palimpsesto de alusiones literarias, bíblicas e históricas, y un museo de horrores, crueldades y descomposiciones físicas y mentales— que al final de la lectura uno queda descontrolado y alucinando… Los lectores que lean trabajando a la par con el creador, fantaseando junto a él, y sean capaces de disfrutar las sutilezas y secretos escondidos en un texto tan rico y profundo como el de esta novela, no la olvidarán.»
Mario Vargas Llosa