Libros
Mohamed Mbougar Sarr

Hombres puros

  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    Dedicábamos nuestros días al amor y al mar, a los paseos y a las lecturas, a la cocina y a la fotografía.
  • b3952049711compartió una citahace 9 días
    esa elegancia hipócrita que hacía pasar la impotencia por una elección que algunos, noblemente, llamaban dignidad.
  • Rafael Narvalcompartió una citahace 15 días
    Siempre tiene que haber en esta tierra una voz caritativa que te desee el peor de los males: devolverte a la sobriedad.
  • Laugh Killcompartió una citahace 16 días
    mi opinión, solo se erigen estatuas a los muertos, a los héroes o a los tiranos. Estos habitantes de la noche eran simples desgraciados. ¿Tenía yo la sangre fría necesaria para desenmascarar su valentía ilusoria?
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    Los lugares son escenarios teatrales, escenarios vivos, con sus decorados y luces, pero solo nosotros actuamos, solo nosotros podemos actuar; no hay dobles ni apuntadores. No esperaba que aquel pueblo me apaciguara; solo quería que me convenciese de que la tranquilidad era posible.
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    La fotografía había sido una de mis grandes pasiones durante mis años de estudio, pero a la vuelta y por falta de tiempo, la había ido abandonando. Me dije que la estancia en aquel pueblo sería una oportunidad para retomarla... Hice algunas fotos de la playa, del mar, de Rama, del cielo, de los niños en pleno esfuerzo, de las ovejas y de los perros callejeros que pasaban por allí.
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    Ella se volvió hacia mí con una sonrisa radiante y me dijo algo que no entendí con el ruido del viento y las olas.
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    Tenían que empujar, ni demasiado rápido ni demasiado fuerte y, sobre todo, juntos.
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    ¡Qué densidad en aquellas escenas de vida cotidiana!
  • Sócrates Ramírezcompartió una citael mes pasado
    –Oye, no te juzgo, Ndéné. Nunca te voy a juzgar.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)