Dalai Lama

El arte de la felicidad

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A menudo los sentimientos simples son los más difíciles de expresar, y necesitamos una voz sabia que nos guíe para co­nocernos mejor y ejercer esa compasión afectuosa que nos une a los demás.
En El arte de la felicidad es el Dalai Lama quien nos habla, y de él recibimos el mensaje sereno de un hombre que ha con­quistado la paz interior y sabe que la felicidad no es un don, sino un arte que exige voluntad y práctica.
Lejos de las grandes teorías y muy cerca de las preocupa­ciones cotidianas de cada cual, de nuestros miedos y nues­tros deseos, el maestro se ha servido de la ayuda de un psi­quiatra occidental para entregamos unas palabras que nos orienten en la vida diaria.
Sólo así seremos capaces de convertir el deber de vivir en el placer de sentimos vivos en un mundo donde casi todo es posible, incluso la felicidad.
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296 páginas impresas
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Citas

  • Eduardo Hernandezcompartió una citahace 6 años
    -En primer lugar, los sentimientos de cólera y odio surgen de una mente torturada por la insatisfacción y el descontento.
  • Wuizy iocompartió una citahace 10 meses
    Creo que el propósito fundamental de nuestra vida es buscar la felicidad. Tanto si se tienen creencias religiosas como si no, si se cree en tal o cual religión, todos buscamos algo mejor en la vida. Así pues, creo que el movimiento primordial de nuestra vida nos encamina en pos de la felicidad».
  • Wuizy iocompartió una citahace 10 meses
    no existe gran distancia entre un viejo amigo y uno nuevo, porque siempre he creído que todos somos iguales; todos somos seres humanos. Naturalmente, puede haber diferencias en cuanto al bagaje cultural o el estilo de vida, puede haber diferencias en nuestra fe, o quizá tengamos un color de piel diferente, pero todos somos seres humanos, compuestos por un cuerpo humano y una mente humana. Nuestra estructura física es la misma, como también lo es nuestra mente y nuestra naturaleza emocional. Cada vez que conozco a una persona tengo la sensación de que me encuentro con un ser humano como yo mismo. Creo que con esa actitud resulta mucho más fácil comunicarse con los demás. Cuando ponemos de relieve características específicas, como por ejemplo que yo soy tibetano o budista, surgen las diferencias. Pero esas cosas son secundarias. Si somos capaces de dejar las diferencias a un lado, creo que podemos comunicamos fácilmente, intercambia

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