Sé que esa mujer tiene que estar oyendo las sirenas a través del muro acristalado del Malibu Club, pero ella sigue pedaleando. Y mientras la miro a través del cristal, aspirando el humo de Char, siento que estoy peligrosamente cerca de una constatación que probablemente ya esté a nuestro alcance, una constatación que sé que podría cambiarlo todo