Antón Gorodetski intenta disfrutar de su último día de vacaciones en compañía de su esposa Svetlana y de la hija pequeña de ambos, cuando una llamada de Hesser, su jefe y el cargo más alto dentro de la Guardia Nocturna, le obliga a adelantar su regreso a la oficina. Hesser ha recibido un anónimo; la misma nota ha llegado a manos de su principal enemigo, Zavulón, jefe de la Guardia Diurna, así como a la sede central de la Inquisición en Berna. Alguien de entre ellos ha revelado la existencia de los Otros a un humano, al que han prometido convertir. Es necesario impedir que este traidor cumpla su amenaza, y la Inquisición ordena una misión encubierta de las tres agencias. Con Guardianes del Crepúsculo se cierra esta original trilogía de fantasía urbana ambientada en una compleja y contradictoria Rusia postsoviética, donde los vampiros solo matan con licencia y un acto no autorizado de bondad da derecho al uso de la magía negra. Serguéi Lukyanenko ha creado un extraordinario y deslumbrante universo, en el que los Otros --seres con poderes excepcionales que viven entre nosotros-— mantienen una tensa guerra fría mientras intentan evitar que la balanza de poder entre ellos se incline definitivamente hacia la Luz o hacia las Tinieblas.
