Libros
Pilar Cristobal

Kama Sutra lésbico

Cuando sir Richard Burton rescató el Kama Sutra para occidente y para nuestro deleite, constaba de dos partes, una para las relaciones entre hombres y mujeres y otra para las relaciones entre hombres, las relaciones entre mujeres hubieran sido impensables en esa época y durante muchas siglos, no es que no las hubiese, es que no entraban en la consideración de los hombres que eran los que tenían acceso a la transmisión de la cultura tanto oral, como escrita. La primera constancia de un texto de amor a una mujer aparece en la Grecia de Pericles, una mujer llamada Safo, que regentaba un colegio de señoritas bien en la isla de Lesbos, y pertenecía a los neoplatónicos que consideraban el amor superior, el que se daba entre iguales, entre almas superiores, escribió poemas al estilo Píndaro a la belleza o la esquivez de algunas de sus alumnas, pero nada carnal había en ellos.
Son muy escasos los textos que hablan de amor y sexo entre mujeres, y los que lo hacen como: Gamiani o dos noches de lujuria, están escritos por hombres y la filosofía subyacente es que las mujeres se lo hacen entre ellas porque no tienen un buen semental a mano.
Con este libro he pretendido dos cosas, la una es dejar claro que no importan los actores la función es siempre la misma, que puede estar representada por mujeres y hombre, por hombres solo como el teatro del Siglo de Oro o por mujeres solas, el sentimiento es el mismo, la pasión es la misma y la conducta salvando las barreras biológicas es siempre la misma. Espero que os guste.
140 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2017
Año de publicación
2017
Editorial
El Ángel
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Opiniones

  • b4711450647compartió su opiniónhace 3 años
    🔮Profundo

  • gzuri1551compartió su opiniónel año pasado
    👎Olvídalo

  • Claudia Vega Villarroelcompartió su opiniónel año pasado
    👎Olvídalo

Citas

  • Analíacompartió una citael año pasado
    “Una vez se ha levantado por la mañana y ha realizado su necesidades, debe lavarse los dientes, aplicar una cantidad limitada de ungüentos y perfumes a su cuerpo, adornar su persona, ponerse ungüento en los párpados y debajo de los ojos, colorearse los labios y mirarse en el espejo. Después de comer su ración de betel, ha de mascar hojas de hierbabuena para mantener el aliento fresco. Debe bañarse diariamente, ungir su cuerpo con aceite perfumado cada dos días, darse jabón cada tres días, lavarse la cabeza cada cuatro días y el resto del cuerpo cada cinco o diez días según lo necesite. Todo esto no debería dejar de hacerse con regularidad y también eliminar varias veces al día el sudor de las axilas”
  • Analíacompartió una citael año pasado
    componiendo una obra de arte, posiblemente empezaremos a sentirnos atractivos como seres sexuales y empezaremos a pensar en el sexo como en algo bello, como en algo digno de ser admirado como lo hacemos con la pintura o la música.
  • Analíacompartió una citael año pasado
    Tomemos por ejemplo algunos de los nombres de sus posturas que como “El caballo a galope”, “Mariposas en vuelo”, “Golondrinas Enamoradas” o “Gusano de Seda Tejiendo su Capullo” son descripciones visuales que nos muestran que para los antiguos chinos el acto sexual formaba parte de las artes.

    Si comprendemos esta forma de pensar, si entendemos que al hacer el amor estamos

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