la promiscuidad era una estrategia reproductiva inteligente; una manera en que las tempranas hembras homínidas o humanas incrementaban la posibilidad de obtener esperma de alta calidad y de quedar embarazadas, al tiempo que maximizaban la probabilidad de que varios machos pudieran estar dispuestos a mantenerlas durante su embarazo y ayudar a proveerlas, a ellas y a su descendencia, cuando hubieran dado a luz.