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MANIAC, Benjamín Labatut
Libros
Benjamín Labatut

MANIAC

  • David Olivarescompartió una citael año pasado
    Es inhumana, como cualquier máquina realmente diabólica, y mata a todas las personas cuya médula espinal no está condicionada para encajar dentro del movimiento de sus engranaje
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citael año pasado
    El caos es solo una apariencia equivocada», escribió Gödel, y estaba convencido de que todo aquello que consideramos aleatorio e irracional responde a un orden oculto que no logramos ver debido a nuestra perspectiva limitada. Pero si piensas de esa manera, falta dar un paso para empezar a percibir oscuras conspiraciones y agentes secretos que buscan manipular incluso las ocurrencias más simples y mundanas.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citael año pasado
    Vivíamos en el rapto constante de lo nuevo.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citael año pasado
    se puede bailar incluso cuando el diablo está llamando a tu puerta.
  • antonio hernandez alvarezcompartió una citael año pasado
    Es indudable que los hábitos que desarrollamos en nuestra infancia son los que seguimos en la adultez, y yo le fallé de forma miserable en lo más importante: no pude transmitir la santidad de nuestra disciplina.
  • Jordi Rcompartió una citael año pasado
    Así que se mantuvo en silencio, triste y temeroso, cargando un peso que ningún niño debería tener que soportar, una oscura profecía cuya influencia no terminó jamás
  • Pablocompartió una citahace 5 horas
    Según Nelly, si llegabas a descubrir algo que rompía con la armonía de la naturaleza, algo que negaba por completo el orden natural, jamás debías hablar de ello, ni siquiera contigo mismo; al contrario, debías hacer todo cuanto estuviera a tu alcance para borrarlo de tus pensamientos, purgar tu memoria, vigilar cada una de tus palabras, e incluso montar guardia durante tus sueños, para evitar que la ira de los dioses cayera sobre ti. La armonía de la naturaleza debía ser preservada sobre todas las cosas, porque era más antigua que los titanes, más sabia que el Oráculo, más venerable que el monte Olimpo y tan sacrosanta como la energía que recorre y anima al cielo, la Tierra y el inframundo.
  • Yajaira Millaray Galvan Avendañocompartió una citahace 3 días
    Pero lo que buscaban Hilbert, von Neumann y muchos otros era tal vez más primordial aún, porque tanto entonces como ahora gran parte del conocimiento y la tecnología descansan en la exactitud y la santidad de la reina de las ciencias. ¿Y en qué más podríamos depositar nuestra confianza? Hay tantas religiones y dioses y diosas como personas que creen en ellas, y las llamadas «ciencias» sociales son tan inútiles como la filosofía, poco más que juegos de palabras. La matemática es diferente.
  • Pablocompartió una citahace 7 días
    a los pies de su cama, estaban el contraalmirante Lewis Strauss, el presidente de la Comisión de Energía Atómica, el secretario de Defensa, el subsecretario de Defensa, los secretarios de la Fuerza Aérea, el Ejército y la Marina, y los jefes del Estado Mayor Militar, atentos a cada una de sus palabras, añorando un chispazo final del genio que les había prometido un control divino sobre el clima del planeta, el mismo que creó la primera computadora moderna, las bases matemáticas de la mecánica cuántica, la teoría de los juegos y del comportamiento económico y las ecuaciones para la implosión de la bomba atómica, el profeta que anunció la llegada de la inteligencia artificial, las máquinas autorreplicantes, la vida digital y la singularidad tecnológica, agonizando frente a sus ojos, perdido en el delirio, muriendo al igual que cualquier otro hombre.
  • Diana paulina Dompablocompartió una citahace 17 días
    Llegó a pensar que todos los sufrimientos y penurias previos a esa gran tragedia habían sido fruto de su premonición, dolores de una pérdida anticipada sobre la cual no podía hablar, ni consigo mismo ni con los demás, por miedo a que, si lo decía en voz alta, si encontraba el coraje para articular su presentimiento en palabras, la muerte de su mamá, ya inevitable, de alguna forma se adelantaría. Así que se mantuvo en silencio, triste y temeroso, cargando un peso que ningún niño debería tener que soportar, una oscura profecía cuya influencia no terminó jamás, porque se extendió más allá de la agonía de su madre, y más allá del fallecimiento de su padre, seis años después que el de ella, marcando el compás de su vida
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