bookmate game
Libros
Alberto Olmos

A bordo del naufragio

  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Y piensas: he leído demasiados cuentos de Woody Allen. Y piensas: ¿qué voy a hacer mañana si todavía no he encontrado un motivo para vivir hoy? Si pudieras dormir sería fantástico.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    eres licenciado en soledad, doctorado en silencio y con un máster en masturbación
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Te consideras un fracasado. Sólo tienes veintidós años y eres un fracasado y tu abuelo tenía razón. Lo curioso es que nunca has aspirado a nada en la vida. Es curioso porque quien no aspira a nada no puede ser un fracasado: quien no aspira a nada es una ameba. Tú debes
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Deberías despedir a tanto funcionario filibustero y abrir las ventanas de los despachos, que ya hieden. Deberías pensar menos, vaciarte. Deberías no escuchar las voces que te dicen qué hacer, que te tratan con desprecio, desde arriba, imperativamente, como un autor a su personaje.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Tienes una burocracia mental que hace que tus deseos mueran antes de recibir la respuesta a su instancia.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    También es verdad que mentirse a uno mismo tiene su mérito, necesita un esfuerzo constante, algo de creatividad; pero como todo el mundo lo hace, al final volvemos a lo mismo: que eres un mierda.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    te quedas quieto estás muerto. Debes moverte, contradecirte, ser infiel a ti mismo. De modo que no vayas siempre por las mismas calles: descubre alguna nueva, arriésgate, no escuches toda esa mierda que flota en tu cabeza, sólo está ahí para joderte. Redúcete, desbasta tu conciencia, asesina todo lo que no eres tú para recuperar el vacío con el que esperabas venir al mundo.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Había gente en el mundo que se sabía de antemano todos los movimientos que tú improvisabas. Te parecía deshonesto que tu rival pensara las jugadas que tú podías hacer o no hacer. ¿A él qué coño le importaba lo que ibas tú a mover? ¿No tenía sus dieciséis piezas?, pues que las usara dejando las de los demás en paz. Todo esto te deprimió tanto que dejaste el ajedrez, igual que habías dejado otras cosas. Pero tampoco vas a decir que echas de menos la infancia.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    Hasta los doce años te encantaba el ajedrez. Cada día encontrabas una nueva coreografía intelectual. Aprendías a hacer jaques dobles, destapes, sacrificios, enroques, figuritas, cadenas de peones al tresbolillo..., incluso trampas. No ganabas a nadie. Perdías hasta contigo mismo; pero te lo pasabas de puta madre. Luego, un día cualquiera, vino un profesor a enseñarte cómo se hacían las cosas. Te enseñó manuales básicos y otros más abstrusos llenos de defensas sicilianas, gambitos, alekhines, karo kans... Te diste cuenta de que el ajedrez era una cosa más seria de lo que creías.
  • Josué Osbournecompartió una citahace 2 meses
    De pequeño eras capaz de reconocer cualquier coche nada más verlo. Eras muy bueno recordando marcas. Probablemente, era lo único en lo que nadie te hubiera ganado nunca. Tu abuelo te cruzó la cara cuando encontró bajo tu cama todos esos logotipos que habías arrancado de los coches. Eso fue todo lo que hizo respecto a la única cosa en que te sabías el mejor.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)