Esta infancia no tenía de infantil más que los años. Por lo demás, eran pequeños hombres y mujeres que lo sabían ya todo, tanto el principio como el fin de las cosas; estaban ya minados por los vicios, el ocio, la miseria más insufrible, de cuerpo enfermo y alma trastornada, con sonrisas depravadas o bobas, astutos y desolados a un tiempo.
Irlanda Sánchez Juárezcompartió una citahace 4 años
Tía Nunzia era a menudo así de rara, lloraba y chillaba por nada, soltaba muchas palabrotas y, por otra parte, iba a misa con fervor, era una buena cristiana, y cuando se trataba de socorrer a un desgraciado, se ofrecía siempre, toda corazón.
Irlanda Sánchez Juárezcompartió una citahace 4 años
Debo añadir que la experiencia personal de la guerra (terror generalizado y huida durante cuatro años) había colmado mi capacidad de irritación contra lo real; y el desarraigo que sufría era tan verdadero, y también poco confesable —porque no se correspondía con la experiencia común—, que necesitaba una ocasión extraordinaria para manifestarse.