Lo bueno de escribir es que uno puede definir a libre albedrío los temas que le gusten. No tiene que ser nada sesudo, riguroso, ligero ni pesado.
Elegí decantarme por los cuentos porque me permiten libertad de decidir sobre temas y situaciones tal vez parcialmente vividas o totalmente imaginadas, de tal modo que conforme voy desarrollando la narración puedo desviar los acontecimientos a voluntad.
En el LABORATORIO DE CUENTOS I podrán apreciar temas totalmente disímiles, sin relación de uno con el otro, que espero surtan el efecto de ser del agrado de aquellos que me premien con leerlos y a la vez de entretenerlos y divertirlos, de hacer que creen imágenes en su mente de los personajes y de los acontecimientos, o tal vez hacerlos pensar en variantes de los argumentos de acuerdo con propias vivencias, es decir un efecto multiplicador de creatividad y ensueño.
Pongo mis cuentos y narraciones en vuestras manos.
