Libros
Adela Fernández

Cuentos reunidos

  • Alicia M. Marescompartió una citahace 14 días
    Entre mis dientes sentí cómo resbaló mi corazón. Latiente cayó al suelo, justo en medio del charco de sangre, se infló y se transformó en un sapo rojo. Pude haberlo atrapado de no ser por el horror que me causó mirarlo fuera de mí.
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 14 días
    EL RÍO se hace más ancho como si quisiera volverse redondo. La tormenta se desploma sobre él, hembra que acosa y domina al macho. Arrambla ahogados, hombres, árboles, toros y piedras se hacen a la voluntad de la corriente. Ahí en medio, Mateo aprieta los muslos y enreda sus manos en las crines, se aferra a su caballo. A tramos la bestia se deja ir y a trechos embiste las aguas. Son dos potros de distintos elementos que se atacan, dos furias y un hombre montado en la desesperanza
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 16 días
    Él tiene la nariz huesuda y pronunciada y su rostro alargado expresa su conducta vertical ante la vida; en la redondez de mi cara alunada sólo destaca la sonrisa que siempre esgrimo para ocultar las ganas de llorar que traigo al borde.
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 17 días
    En el lugar donde entierran a los niños me decía: “¿Oyes cómo juegan?” Yo pegaba mi oído a la tierra y no escuchaba nada. Él sí tenía esa facultad, la de oír las voces del silencio y los rumores de todo lo que nos sobrepasa.
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 19 días
    Ya encamisonados, nos llevaba a la cama en cuya cabecera siempre había una lechuga abierta, flor del sueño. Cumplíamos con rezar aquello del ángel de mi guarda mi dulce compañía y pronto quedábamos dormidos con el arrullo de sus oraciones en voz baja y con el ruidito que hacían las cuentas de
    ámbar de su antiguo rosario. Así María supo crear los elementos virtuales de mi presente nostalgia.
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 19 días
    Nos enseñó a invocar a la Parca mediante rezos en idioma extraño con el fin de que no llegáramos a ser tristes ectoplasmas apegados a la tierra, sino espíritus puros, iluminados y elevados. Con palabras bellamente descriptivas nos dibujó la existencia del Vago Espinazo de la Noche conformado de polvo de luz y de armoniosas constelaciones.
  • Alicia M. Marescompartió una citahace 19 días
    Buen bebedor por cuna y por nostalgia de la misma, se la ha pasado de cantina en cantina llorando su orfandad aun cuando era ya un cincuentón.
  • Leer en Neóncompartió una citael mes pasado
    ARISTEO se afana en la labor de nacer, sufriendo entre los huesos apretados de su madre que no dan de sí. Acaso no por amor de retenerlo sino con voluntad de dificultar su primer impulso de ser, ella lo contiene en su sombra sanguinolenta.
  • Leer en Neóncompartió una citael mes pasado
    En Presidios, lugar reseco y caliente donde los niños se vuelven tierra, se agrietan, se rompen y mueren como polvorón de pan, el titiritero significa el único júbilo posible entre la vasta desgracia.
  • Leer en Neóncompartió una citael mes pasado
    que el alma de los hombres no florece sino que encarna.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)