Al término de la Segunda Guerra Mundial tres miembros de El Colegio Nacional participaron activamente en la creación de la unesco. En México, Jaime Torres Bodet, primero en su calidad de secretario de Relaciones Exteriores y más tarde como secretario de Educación, y Alfonso Reyes, como presidente de El Colegio de México. En París, Manuel Martínez Báez, primer embajador nombrado para representar a un país en la unesco y vicepresidente de la Primera Conferencia General, comentó en enero de 1947:
La Conferencia adoptó un programa vasto y confuso y aprobó un presupuesto demasiado reducido para este programa. […] Espero que la primavera, al disipar las brumas del invierno, introduzca un poco de claridad y de buena voluntad en todos los espíritus.
El libro presenta textos de Martínez Báez escritos a poco de establecerse la unesco, y por primera vez revela su correspondencia con Torres Bodet y con Reyes sobre la institución, creada por la onu para fomentar la paz en el mundo por medio de la educación, la ciencia y la cultura.
