En Altares, Gabriela Ortiz reflexiona en profundidad sobre los principios
que rigen su práctica artística. En su discurso de ingreso a El Colegio
Nacional, Ortiz promueve una versión integral del arte en diálogo con la
sociedad en la que se gesta; señala la importancia de atender problemas
tanto éticos como estéticos, y presenta la creación musical como una herramienta de autoconocimiento, pero también como un instrumento
para construir puentes hacia los demás. Asimismo, relata su búsqueda
de un lenguaje personal situado en las fronteras entre la alta cultura y la cultura popular, la tradición y la innovación, lo rural y lo urbano, así
como en diálogo constante con otras disciplinas. Finalmente, Altares
es también un recorrido biográfico en el que Gabriela Ortiz rinde
homenaje a figuras clave para su formación como compositora.