Eduardo Caballero Calderón

Hablamientos Y Pensadurías

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Publicada en 1979 por su autor, en una edición limitada que alcanzó muy poca divulgación, Hablamientos y Pensadurías es la última obra de Eduardo Caballero Calderón y también quizás la más profunda, la más madura. Escrita en 1979, cuando el escritor tenía 69 años, Hablamientos y Pensadurías es la confesión íntima del escritor que, sin concesiones al lector, revela las penurias y dificultades del oficio, sus demonios y sus ensueños. En estas páginas, el autor -uno de los más grandes y fecundos escritores de Colombia- retoma los temas de su predilección: la ternura que le inspira el campesino, la admiración que siente por Bolívar, la fascinación que le produce el Quijote, la  soledad que agobia al hombre contemporáneo, la corrupción que aqueja a los políticos. Pero sobre todo, este libro condensa la visión de un hombre para quien toda su vida escribir fue como respirar. La obra, que Villegas Editores publica y difunde ahora en gran escala en su serie dorada, es no sólo un tributo a este gran escritor al cumplirse los diez años de su muerte, sino un acto de reparación con los admiradores del literato dentro y fuera del país.
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411 páginas impresas
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Citas

  • b7290150166compartió una citael año pasado
    Los escritores tenemos la tendencia insoportable a citar autores y personajes, al igual que esas gentes que quieren demostrar a conocidos y desconocidos, en un salón o en un bar, que están muy bien relacionados
  • b7290150166compartió una citael año pasado
    Pero hay gentes que deliberadamente prefieren lo confuso a lo claro como don Eugenio d’Ors a quien conocí en España. Escribía en el periódico glosas tan oscuras y difíciles, que a veces no las entendía nadie. Se complacía en contar que cuando su secretaria terminaba de sacar en limpio un artículo, solía preguntarle:

    —¿Está claro, señorita? Y si ella le contestaba—: Lo entendí perfectamente, don Eugenio; el viejo respondía: —⁠Entonces vamos a oscurecerlo un poco. Como se comprende, don Eugenio odiaba lo trivial y para él lo trivial era lo que podía comprender todo el mundo. Pero ese no es mi caso. Para mí lo que no es claro indica cierta confusión del pensamiento, o un desajuste entre el pensamiento y la palabra.

    Lo importante no es cómo se escribe sino qué es lo que se quiere escribir.
  • b7290150166compartió una citael año pasado
    hermanos Goncourt y no memorialistas como Saint-Simon?
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