Vamos a morir todos, considerado uno de los mejores debuts de los últimos años, ha estado nominada a múltiples premios que destacan su humor y ternura.
Emily Austin (Ontario, Canadá) recibió una educación católica, lo que no tardó en entrar en conflicto con su identidad LGTBI+.
Gilda teme a la muerte, lo normal. Solo que también le da miedo seguir viva, y lo que eso supone. Lidiar con una familia excesiva. Pagar facturas. Dar un paso adelante en su relación con Eleanor.
Cuando empieza a trabajar de secretaria en la iglesia St. Rigobert (un poco por error), encuentra una nueva perspectiva acerca de la muerte y la supervivencia. Allí conocerá al párroco Jeff, quien llora a escondidas tras cada funeral, al coach motivacional profundamente desmotivado Giuseppe, que la llama todas las noches para pedirle una cita. A una anciana amante de los gatos, con quien intercambia correos. Gente a la que la vida no se le da excesivamente mejor que a ella, y sin embargo sigue intentándolo.
Porque vamos a morir todos. Pero no hoy.