Soy del río, de la laguna y lo lindo de no conocer el mar es la metáfora, cómo crece. Y lo lindo de conocerlo por Olivia es que ahora respira, tiene alas y piel, puede entrar en ella y hacer un nacimiento: … abrí la boca para conocerme la voz, dice, y yo no sólo le conocí la voz sino el mar. Su mar es algo feroz y tiene espejo en la ternura, todo ironía, como el poema, como nosotros; un todo ir por el amor hacia la muerte donde: La ofrenda fuimos siempre nosotros. Lobo de mar te deja el corazón al aire, al sol. — Franco Rivero