Cuando la gente me hacía esa pregunta que todo el mundo hace, «¿A qué te dedicas?», yo respondía «Atención al cliente», lo cual era cierto. En mi opinión, una jornada laboral satisfactoria es aquella en la que has conseguido que un montón de gente sonría. Sé que quizá suena demasiado serio y formal, pero es la verdad. O sea, preferiría ser bibliotecaria, pero me preocupa la estabilidad laboral. Los libros pueden acabar siendo algo temporal; las pollas son eternas.