Para el común de los creyentes, tengo que imaginar mil y una historias dando cuenta de la génesis del mundo, evocando el paraíso y el infierno, y a los profetas, Mahoma, Alí, Al-Mahdi... Justo por encima del rebaño, el creyente combatiente tendrá derecho a comprender el porqué y el cómo de las reglas y prohibiciones de nuestro gobierno: prepararé para ellos un código y un catecismo con imágenes. Los fedayines serán iniciados en un saber secreto: les enseñaré que el Corán es un libro enigmático que debe ser interpretado con la ayuda de cierta clave. Pero a los deyes, por encima de ellos, les enseñaremos que el Corán no encierra ningún secreto mencionable.