Solange Lebourges ha sido calificada por el coreógrafo Michel Descombey como una leyenda viva de la danza, modelo de vehemencia profesional, capaz de ligar las reflexiones filosóficas y sociales al lenguaje del cuerpo. Por ello, en su faceta como profesora se ha propuesto formar bailarines que no sólo se ocupen de la técnica sino de búsquedas intelectuales.