… cuando llueve, o cuando nos duchamos, cada gota que cae sobre nuestra cabeza ha regado las primeras formas de vida y tiene miles de millones de años de antigüedad. Sólida, líquida o gaseosa, el agua se mantiene constante desde el comienzo de los tiempos. Al menos desde el Jurásico, cuando un meteorito pudo expulsar al espacio una fracción importante del agua primitiva que albergaba nuestro hermoso planeta azul.