En la mitología griega, Prometeo es el Titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo. La historia de Prometeo ha inspirado a muchos autores a lo largo de la historia para referirse a la osadía de los hombres de hacer o poseer las cosas divinas, y los románticos vieron en él un prototipo del daimon o genio natural.