Katrina no era nadie. No era nada. Un bebé abandonado más. Una huérfana más. Hasta que Kael apareció en el orfanato. Zapatos pulidos. Traje a medida. Y una cartera llena de billetes. Suficientes para comprarla en secreto. Su nueva “hija”. Su nueva arma. La quiso… a su manera, como un padre. Pero también como su maestro y mentor. La convirtió en su mano derecha. Su puño rosa de la muerte. ¿Su misión? Matar a Bill, su peor enemigo. Pero… ¿Y si Katrina no podía? ¿Y si se enamoraba del hijo de su enemigo? ¿Y si encontraba una oportunidad de huir? Arthur era su única esperanza de escapar. Pero Katrina no sabía lo más importante… Arthur quizá no fuera su “padrastro”… … pero sí su nuevo amo.
