Quienes dedican su tiempo casi exclusivamente a los cuadrantes III y IV llevan vidas básicamente irresponsables.
Las personas efectivas permanecen fuera de los cuadrantes III y IV porque, urgentes o no, no son importantes. También reducen el cuadrante I y pasan más tiempo en el II. El cuadrante II es el corazón de la administración personal efectiva. Trata de las cosas que no son urgentes, pero sí importantes: por ejemplo, construir relaciones, la planificación de largo alcance, el ejercicio físico, el mantenimiento preventivo, la preparación, la formación… Es decir, todas esas cosas que sabemos que hay que hacer, pero que solemos eludir, porque no son urgentes.