Una tarde de junio de 2005, Sarah Katz, una escritora, artista plástica y mecenas de ochenta y ocho años, es sorprendida en su departamento de Recoleta por seis enfermeros que, con el consentimiento de sus hijas, la internan en un hospital psiquiátrico. ¿El motivo? El comportamiento extraño de Sarah, que, según las hijas, incluye el despilfarro de la fortuna familiar, una vida sexualmente activa y un estilo de vida inadecuado para su edad. A eso se suma un dudoso diagnóstico de demencia frontotemporal firmado por el joven y ambicioso neurólogo Orlando Narvaja. Lo que sigue es la lucha de Sarah por romper el cerco que le impone su familia, el escándalo mediático y la disputa judicial en el seno de una de las familias más renombradas de la aristocracia argentina.
Con un pie en la ficción y otro en la realidad, Natalia Zito se sumerge en el conflicto familiar de una clase cuyos códigos parecen indescifrables para los de afuera y relata una historia que interpela y abre el juego a los límites de la salud mental y la vulnerabilidad de la vejez.